BERLANGA

Luis... Luis... La muerte es el adios definitivo de los cuerpos, de las mentes, de la materia. Los espíritus no existen. Pero el recuerdo... ese no muere, como no morirás por tu cine, por tus palabras, tus gestos, tu emoción.
Siempre fuíste un sobreviviente paseante de la cuerda tensa burlando a la muerte, a la represión y a la censura con tu mordaz e inteligente ingenio. Siempre fuiste un sobreviviente ácrata, dueño de su destino capaz de enrocarse y pasar desapercibido sobre el tablero de ajedrez.
De tu huella nadie podrá decir nada. De tu vida podrán condenarte o evangelizarte o incluso ingnorarla por amor propio. Pero de tu legado... es parte de esta cultura hispana queramos o no y eso no podemos ignorarlo, no podemos obligar a ignorarlo.