Asistimos a la aniquilación de las
conquistas obreras por gobiernos y multinacionales sin que apenas opongamos resistencia.
Ahora todo es más sutil, los sindicatos subvencionados están a disposición del
mejor postor, traicionando los mandatos y olvidando las luchas y el sacrificio
personal de miles de trabajadores y trabajadoras y de quienes, desde el aciago
1886, se les conoce como "los mártires de Chicago".
El 1º de mayo no es, ni debe ser,
una fiesta vacía de sentido. El 1º de mayo debe de ser, en conciencia y
dignidad, una invitación a la lucha. Luchemos pues, porque ni el Capital, ni la
política, nos van a regalar nada. No le regalaron nada a aquellos
anarcosindicalistas que dieron sus vidas, sin distinción de color ideológico,
por tod@s y nosotr@s ¿qué estamos haciendo?
"Es ya de toda evidencia que el sindicalismo no logra sus fines por
la cuota en metálico, aunque la utilice para la vida ordinaria, sino por la
cuota en especie, formada por el pensamiento, por la voluntad, por la energía,
por la esperanza, cuota que han de pagar con su asistencia, su acción y su
responsabilidad todos los trabajadores para alcanzar los bienes individuales y
colectivos correspondientes al hombre y a la humanidad, es decir, para realizar
la emancipación." (Anselmo
Lorenzo)